viernes, 28 de abril de 2017

El valor de la diferencia

Recientemente hice parte de un panel de profesionales jóvenes, en donde tratamos distintos puntos, la realidad actual de las profesiones, la economía, los problemas sociales y económicos de los países, entre otros puntos. Una pregunta que me hacen regularmente en estos eventos y otros es cuál es la clave del éxito, “Por favor Juliana, trasmítele a los muchachos cual es la clave del éxito”. Normalmente he contestado primero que no considero que sea una persona altamente exitosa, o mejor, no me considero más exitosa que otra persona, simplemente considero que se me han dado oportunidades en la vida que no he dejado pasar, y siempre recuerdo los esfuerzos, perseverancia, sacrificios, y concluyo constantemente que la disciplina es clave del éxito.
No crean ni por un segundo que me voy a retractar en esta entrada de esas conclusiones, solamente quiero enfatizar en cosas que vinieron antes de eso, que forjaron en mi esas capacidades que me han permitido sobre salir en el mundo laboral, en mi profesión. Definitivamente que la familia y el entorno en donde se crece es fundamental para desarrollar muchas de estas habilidades, pero sobre todo también para no perder otras. En mis años de formación escolar, primaria y bachillerato sufrí mucho por no cumplir ciertas “normas” que deben cumplir todos los niños y adolescentes para ser considerados aptos para sobresalir.  Y es que es una educación diseñada para las masas que atropella la individualidad. Cuando estaba en el colegio siempre fui una persona que cuestionaba todo, sobresalí siempre en mis notas porque me parecía fácil, pero él no cumplir con lo que era esperado por el modelo educativo hacia que siempre se cuestionaran mis capacidades, escuche más de una vez decir que no serviría para nada.
Yo era la niña que no tenía cuaderno porque siempre odie escribir (Y ahora tengo un blog que ironía). Como no tenía cuadernos y no tomaba apuntes, al momento de entregar las tareas retaba a mis maestros para que me permitieran contestar mi tarea en ese momento, frente a ellos, en vez de pedirme entregar cuadernos de hojas escritas, seguramente copiadas de algún libro, pues prefería hacer otras cosas en mi tiempo libre en vez de pasar las tardes copiando frases, prefería estar en el computador, leyendo un libro o practicando guitarra. Pero claro, esa forma no era convencional ni adecuada para entregar una tarea, por lo que mis padres eran llamados constantemente al colegio para expresarles su preocupación por mi falta de capacidad para seguir reglas, “Es que ella no tiene cuadernos”.
Como olvidar las largas horas de revisión de uniformes, pulcritud, color de medias, medida de falda, tantas horas perdidas en tantas actividades que solo buscaban hacernos encajar dentro de un mismo perfil, que buscaban robarnos nuestra individualidad y hacernos sentir desde tan jóvenes que debemos esforzarnos por encajar acabando nuestra propia felicidad. ¿Quién puede ser más feliz que aquel que es lo que quiere ser?, claro siempre entendiendo el bien general sobre el particular y no haciendo daño a nadie.
En fin, hoy debo decirles abiertamente que nunca he sido una persona que encaja en normas convencionales, mi mama siempre me ha dicho que soy una caja de sorpresas, y creo que no existe una mejor forma de describirme. (y ojo, no necesariamente todas las sorpresas son buenas).

Esta entrada es para mi familia que a pesar de tantas quejas mantuvo su apoyo y confianza en mí. Mi padre siempre defendió mucho que yo era capaz de aprender y ser la mejor estudiante a mi manera. Nunca pude pasar la materia de dibujo, porque no se dibujar (Aunque me encantaría poder hacerlo), y es que es absurdo que nos pidan que todas las personas seamos buenas en todo, pero encontré también una monja en mi colegio que me ayudo a cambiar la clase de dibujo por trabajos de investigación sobre la historia del arte, y claro, como eso significaba leer, analizar, entregar conclusiones, me deje conquistar totalmente por esta nueva forma de abordar el dibujo, y aprendí algunas cosas que me sirven hoy en mis interacciones sociales. Es también para mi profesora de cálculo en el colegio, que vio en mi potencial y me colocaba ejercicios distintos y más difíciles a los de las demás alumnas, y logro convencerme de mi capacidad de llegar lejos (El cálculo si era lo mío). A mis entrenadores de cada uno de los deportes que jugué, baloncesto, futbol, natación, voleibol, y es que el deporte es la forma más sencilla de formar desde la diversión la disciplina, el liderazgo y el orden.
Así que concluyo, si, todas esas habilidades que siempre menciono claves para el éxito, son en mi concepto fundamentales, pero es algo que todos tenemos, no es algo exclusivo de ciertas personas, no soy distinta, ni especial, ni rara, solamente conté con un entorno que estuvo siempre dispuesto a apoyar mi individualidad, a dejarme explotar mis capacidades y a aceptar mis puntos débiles, que me permitió sobre salir como individuo por encima de la generalidad de la educación básica y universitaria, que me enseño que en lo que decida hacer en la vida, lo que sea, debo buscar siempre ser la mejor, la primera,  esta entrada es para todos ustedes, gracias!

Gracias a todos porque siempre me permitieron vivir a colores, pero sobre todo GRACIAS a quienes lucharon y siguen luchando por hacerme una más del montón, su deseo de enclaustrarme me hace cada día más fuerte:

viernes, 21 de abril de 2017

¿Y cómo no tener deficiencia de ingenieros en sistemas?

Hoy el tema nace de una conversación que tuve con mi hermana acerca del futuro de mi sobrino y sus planes de estudios universitarios. Ha llegado a esa edad en donde debe elegir un énfasis escolar, para que en sus últimos años de colegio inicie la preparación hacia una exitosa carrera universitaria (Así funciona en Colombia). Debo también explicar que soy de ese tipo de tías que hace parte activa de la vida de sus sobrinos y que además es una apasionada de su carrera, ingeniería en sistemas. Por lo que lógicamente desde pequeños he intentado inculcarles estudiar esta profesión, con mi sobrino mayor, no lo logre ni de cerca, está estudiando administración de empresas y luego quiere estudiar para ser piloto, aunque bueno, es uno de los mejores estudiantes de su carrera, pero ¿porque no ingeniería en sistemas? Así que quise lanzar mi segundo intento con el pequeñín, si elige un énfasis en el colegio enfocado en matemáticas y tecnología seguro quedara preparado para una ingeniería, y creo que lo he convencido de estudiar ingeniería, pero todas menos ingeniería de sistemas, ¿porque?, su respuesta, odio la clase de informática, me parece lo peor programar es muy aburrido, es la peor clase de mi colegio. ¿Sera que la deficiencia en la cantidad de ingenieros en sistemas en el país, y en la región en general recae sobre una mala enseñanza en los colegios de lo que significa esta profesión y la programación? ¿porque tan pocos jóvenes se ven impulsados por estudiar estas carreras, sobre todo las mujeres?
Personalmente debo decirles que durante mis años de colegio las clases de informática fueron definitivamente las peores, mis profesores eran personas que habían sido asignadas a esas materias por no tener otras materias que dictar, con muy poca o cero especializaciones en el tema. Las clases se concentraban en enseñarnos a escribir un trabajo en world, hacer una formula en Excel y las más avanzadas usar el navegador de internet (En mi época esto estaba apenas naciendo y era costoso y lento, además de desconocido por los profesores). Personalmente lo que aprendí en mi clase de informática no se parece en NADA a lo que hago diariamente en mi profesión, y solo fue gracias a la primera computadora que llego a mi casa para que mi hermana que estudiaba electrónica pudiera usarla, que en realidad me acerque a una computadora, use logo, programe un par de cosas en C y me enamore de esta profesión que hoy me apasiona. ¿Por qué los colegios no están preparando a sus alumnos fuertemente en programación? Otros países lo hacen, no tenemos que pensar en India que es famoso por esto, en mi experiencia personal son muchos programadores con bajo nivel de calidad, pero tenemos mejores ejemplos más cercanos, la zona de Rosario en Argentina o Uruguay, y mientras tanto nosotros seguimos preparando a nuestros jóvenes para dominar conocimientos que ya no dan ninguna ventaja competitiva en el mercado, y lo peor, les enseñamos como informática lo que NO ES, creando en ellos rechazo por una profesión que hoy en día tiene un enorme déficit de profesionales en la región y que es una solución a mucha juventud que no logra ubicarse en un trabajo rápidamente.
Regresando al motivo del post, mi sobrino me dejo saber que odiaba la programación por lo que estudiaría cualquier carrera que no fuera ingeniería en sistemas. ¿Sera que el algún día en realidad ha programado? Yo creo que ha caído en las garras de un profesor que lo sienta horas frente al computador a hacer páginas web usando Word, a aplicar fórmulas de Excel y tantas cosas que difieren del apasionante mundo de la programación, o existe en este blog algún programador que me esté leyendo y no haya sentido un cosquilleo por el cuerpo cuando una maquina hizo lo que el le ordeno en unas líneas de código, y escribió en una pantalla negra con letras verdes, “Hello World”.
Por esta razón he decidido escribir esta entrada para explicarles desde mi perspectiva que es la ingeniería en sistemas para programadores y arquitectos, no puedo hablar de la parte de infraestructura y redes porque nunca fue de mi gusto y es algo que no he vivido en la vida profesional.
La carrera del programador es fundamentalmente escribir líneas de código que transforman sueños de personas en realidades, en soluciones que pueden usar en su vida cotidiana, en sus trabajos, en sus casas, desde sus celulares, tablets, dispositivos de juego de video, máquinas expendedoras de sodas, en todo, absolutamente todo lo que es automatizado. Por eso es SISTEMAS, porque en realidad participa en la automatización de cualquier operación ejecutada por una máquina, desde la más sencilla como una nevera hasta la más compleja como un satélite que llega al espacio exterior, ver que haces que una maquina haga exactamente lo que pensaste en tu mente es simplemente apasionante. Ni se diga cuando estas ya en tu vida profesional y un producto hecho por ti, por tu mente, por los algoritmos que escribiste son usados por miles de personas en el mundo, es crear algo que inmediatamente usando internet puede llegar a todo el mundo, y nadie, ningún programador podrá hacer igual que tú, un producto de software SIEMPRE ES UNICO, es ser inventor TODOS LOS DIAS… no es esto mucho más apasionante que pensar que pasaras senado en un escritorio haciendo documentos de Word, ¿o destapando computadores para arreglarlos?
Considero seriamente que los colegios deberían iniciar programas de inducción a los jóvenes en lo que es en realidad esta apasionante profesión, sé que algunos lo están haciendo de la mano de MinTIC en Colombia específicamente, en El Salvador estamos lejos, aun enseñamos a nuestros jóvenes materias y conceptos que están obsoletos desde hace años, y es que la buena educación no le conviene a nadie, mucho menos al gobierno. Estamos perdiendo tantos programadores en potencia, que podrían estar creando nuevos productos, patentes, sistemas para ser usados por el mundo pero que terminan (Con el perdón de mis mejores amigas que son abogadas) estudiando derecho por ser las carreras más promovidas en el país, en donde ya no cabe un abogado notario mas, donde evidentemente la oferta supera la demanda, y terminamos generando profesionales frustrados, y sobre todo pobreza, pobreza y más pobreza. A todos esos muchachos que están ahorita trabajando en un call center y sacrificándose para pagar sus carreras, ¿no les parecerá muy triste terminar este esfuerzo y no encontrar donde laborar y seguir trabajando en el mismo call center en donde iniciaron pensando que era temporal? No se preocupen no es su culpa, nuestros colegios no los están preparando para ser competitivos en el ahora, y mucho menos las universidades, pues las mismas carreras de ingeniería están obsoletas, tenemos un inmenso capital humanos con el que podríamos construir una verdadera potencia del software, pero mientras tanto, seguimos graduando abogados y notarios o ingenieros de sistemas en el mejor de los casos, muy mal preparados.

¿Qué hacemos para cambiar esta realidad?: Desde mi posición no solo puedo sentarme a exponer pensamientos en un blog, desde hace un tiempo acompañe ejercicios los fines de semanas y algunas veces en la semana con personas de colegios, niñas de zonas de alto riesgo entre otros para darles pequeños conceptos de esta profesión, para desde mi posición de mujer mostrarles que esta NO es una carrera de hombres y sobre motivar el crecimiento de prospectos de ingenieros que podrán ubicarse fácilmente en el mercado laboral, y porque no, hasta emprender sus propios negocios. Intento participar en charlas, transmitir los pocos conocimientos que puedo tener de programación, fomentar la industrialización y profesionalización de la practica en el país, e inspirar a las personas más cercanas en mi trabajo y mi vida personal a pensar diferente (SectorT + Familia). A mi sobrino, lo he invitado a pasar un tiempo en mi oficina y ver de cerca que hacemos nosotros los programadores, para que confirme que esto no le gusta o para que se dé cuenta que en esta profesión puede encontrar una verdadera pasión, al menos con eso duermo con mi conciencia un poco más tranquila.

martes, 11 de abril de 2017

La obsolescencia de las áreas de recursos humanos

Aunque como ya saben, mi foco es siempre hablar sobre temas tecnológicos, después de una semana de meditación y de observar algunas situaciones en distintas empresas y escuchar testimonios de algunos conocidos, personas cercanas que con honestidad me comentan sus pensamientos y sensaciones, creo que no existe en las empresas un área más obsoleta que la de recursos humanos. Y es que tengo la necesidad de preguntarme y de preguntarte a ti que estás leyendo esta entrada. ¿Cuántas actualizaciones hacen estas personas para prepararse para nuevas generaciones, para el home office, horarios flexibles, administración orientada al resultado entre otros? Porque yo veo áreas que siguen imponiendo esquemas de la edad de piedra que nada tienen que ver con las necesidades de las generaciones altamente laborales en estos días, lo que al final para estos nuevos empleados que se caracterizan porque la estabilidad y continuidad laborar es lo que menos interesa, se convierten automáticamente en una de las razones principales de la rotación laboral, justo lo que se supone que los especialistas de recursos humanos deben evitar.
Como jefe en distintas empresas he tenido que abordar todo tipo de momentos en donde me he sentido rebelde, fuera de las normas y en algunas ocasiones tratada como una niña de preescolar que debe acatar sus horarios para estar sentada y de pie. Y a veces debo preguntarme si eso he sentido yo desde lo que podríamos llamar la cúspide jerárquica corporativa, como se podrán sentir las personas que están empezando sus carreras, y que sufren mucha más rigidez de estas áreas de “apoyo” al talento humano. Y lo digo porque aun conozco empresas que exigen que sus empleados tengan horarios rígidos y descuentan pago por minutos perdidos, premiando la hora nalga en el escritorio de los empleados por encima del resultado obtenido, este tipo de esquemas no premian la productividad sino la capacidad de ocupar las horas laborales del día sentado en la oficina para recibir la paga. Sera que estas áreas no han considerado que un empleado que cumpla sus objetivos y hasta los supere puede lograrlo sin pasar las ocho horas del día sentado en su puesto, y mejor, puede motivarse a sí mismo para ser más productivo y tener algún tiempo para encargarse de asuntos personales, de su familia, o simplemente gozar de la vida después del trabajo.
Y ni hablar de los procesos de selección, pruebas obsoletas de racionalidad y matemática, todas aplicadas a las personas como si todos fueran y pensaran igual, es más como que esas aptitudes fueran las únicas que habilitan a alguien para hacer bien su trabajo. En mi profesión, ingeniería en sistemas, valoro mucho más un perfil que tenga altas habilidades creativas, de pensamiento lateral, de innovación, que no le miedo proponer nuevas ideas y llevarlas a cabo, que pueda integrarse y trabajar en equipo, por encima de un programador excelente que no logre adaptarse a un entorno de trabajo colaborativo, pero ¿y que prueba de recursos humanos mide eso? Luego vienen las entrevistas en donde se preguntan cosas que la hoja de vida ya dice, ¿cuál es el objetivo? ¿Identificar si el candidato no está mintiendo? ¿Y por último las reglas al momento de entrar a trabajar en la oficina, nada puede ponerme más los pelos de punta que el momento de “inducción” en donde se entrega al empleado un sin número de reglas, vestuario, horarios, y hasta temas de valores básicos que vienen desde el hogar, preferiría unos empleados que llegaran a aportar cultura a unos que llegaran como borregos a seguirla, porque y entonces, ¿cómo nos modernizamos?
Pero como el objetivo de esta entrada no es criticar un proceso generalizado a nivel Latinoamérica y que definitivamente no comparto, prefiero compartir dos experiencias, una como jefe y otra como candidata a una posición. Y empezare por la segunda, mi proceso de selección en Riot Games. Definitivamente debo iniciar diciendo que ha sido el proceso de selección más largo que he vivido, fueron más de 6 meses, pero valieron la pena, fue divertido, diferente, enfocado en conocerme como persona, en entender si la cultura de la compañía me haría sentir cómoda y sobre todo si era capaz de aportarles algo a ese nivel, más allá de los componentes técnicos o experiencia. Siendo una compañía de juegos, muchas de las entrevistas y conversaciones giraban alrededor de mi gusto por jugar, pero se sentían más como una conversación entre dos personas con interés comunes que acaban de conocerse por encima de una entrevista de trabajo. Las pruebas de análisis eran interesantes, no validaban el dominio de la formula, sino la capacidad de análisis, la forma como el candidato, en este caso yo, afrontaría el problema. Los procesos buscaban enamorarte de la empresa, y tenías una contra parte totalmente enamorada de Riot, creo que definitivamente es un proceso que, si no puede elegir a todos los candidatos, construye en todos una sensación de orgullo de saber que existen empresas de ese estilo. Aunque finalmente tome otra decisión profesional y no hice parte de este equipo debo confesar que ese proceso me regreso la fe en la humanidad corporativa, y en que grandes empresas pueden hacerlo diferente.
Mi segundo ejemplo es referente a mis experiencias como jefe, en el pasado trabajando para una gran empresa tenía un equipo a cargo muy grande, dedicado al desarrollo de software. Durante los años de trabajo con el equipo buscamos mucho el flexibilizar las condiciones, entre otras razones por las mismas funciones del equipo que son distantes de los clientes finales y la “imagen” que debe proyectarse frente a ellos. Transformamos los horarios rígidos, en entregables auto impuestos por los equipos, una administración orientada a resultados, una sana competitividad y un enfoque a la productividad, respetando la individualidad y los espacios que necesitan las personas para simplemente vivir. Las entrevistas de entrada se enfocaban en conocer a la persona y validar su capacidad de adaptarse y aportar a la cultura, se hablaba de futbol, de las situaciones de la vida y en muchos casos el entrevistador hablaba más que el entrevistado. Era común en este equipo a veces encontrarlos trabajando un domingo, o leer un post en alguna red social en donde se veían felices trabajando en vacaciones, porque lo querían hacer y sentían responsabilidad de sus compromisos, sin ninguna tarjeta marcada, ni ninguna exigencia del jefe, simple compromiso y responsabilidad.

Con un alto nivel de humildad debo decir que estos temas de administración de recurso humano no son mi especialidad, soy ingeniera y hacer tecnología es mi fuerte. Pero en los años aprendí que todos los que deseamos ser líderes debemos especializarnos en la administración de las personas, recordando siempre que nosotros somos personas también, recordando de dónde venimos y como se sintió cada paso en nuestra carrera, debemos ser dueños de la administración del recurso humano y ser capaces de adaptarnos a las nuevas tendencias, debemos ser los UNICOS responsables de la satisfacción de nuestro equipo, de su comodidad y productividad, si me preguntan personalmente, creo que las áreas de recursos humanos de hoy en día ya no deberían de existir.