viernes, 12 de mayo de 2017

La innovación en tiempos de guerra

Innovación es una palabra que se usa para tantas cosas a la vez que para ninguna que es muy difícil definirla. Hay quienes han buscado darle distintas definiciones y hasta clasificarla según tipos de innovación, la que es radical, la que es una mejora… otros autores que he leído en los últimos años hablan también del alcance, innovación dentro de su empresa, de su país o del mundo. ..en fin, tantas clasificaciones y al final es algo difícil de palpar, a no ser que sea una de esas radicales que cambiaron el mundo, como el Smartphone, y para el smartphone como un claro ejemplo, ¿qué tipo de innovación seria?
Es difícil iniciar un post con esa incertidumbre pues innovar es justamente uno de los roles que tengo en mi trabajo día a día. Y lo digo porque al ser algo tan difícil de definir, es difícil de materializar su valor, y por lo tanto es difícil de explicar. Es un nombre suntuoso y que genera esa sensación de esperar que llegara alguien magnifico a sacar palomas de sombreros o a convertir sapos en príncipes, pero la realidad es totalmente distinta. En este post intentare explicar desde mi perspectiva y con una sencilla analogía cual es el rol principal de la innovación en una empresa tradicional (Dejo por fuera del alcance empresas que se dedican por ejemplo a investigar y sacar productos jamás creados antes, eso está fuera de mi humilde conocimiento, y no escribiré sobre eso). Hablare sobre innovar en empresas normales de escritorios, en donde se realizan funciones tradicionales.

Para mí la innovación en estas empresas no es más que una guerra.

Alguna vez leí que no existe ninguna justificación para una guerra, porque en las guerras siempre mueren personas, que las cruzadas no fueron sino una invasión, que las guerras mundiales solo buscaban dominios raciales y de territorios, y debo decirles que, esto no es muy diferente, claro, NO mueren personas, no literalmente, pero existen trincheras, se derrama sangre (ego laboral), existen bandos, y aliados, y hay muchos caídos de todos los lados de la disputa. Esa es mi definición de innovación, una guerra, que como todas tiene sus soluciones diplomáticas, pero que alcanza momentos de euforia que nos impulsan a desenfundar las armas y apuntarnos directamente.
Durante mis años de trabajo he estado del lado de los conquistadores, invasores que abordan las compañías tradicionales buscando crear un cambio cultural, de procesos y claro, tecnológico, que es mi fuerte. Pero no puedo dejar de sentir ese temor y resignación de saber que algún día, yo estaré del otro lado de la trinchera, seré quien este obsoleta, en pensamiento, en conocimientos, en tecnologías, la belleza de esta guerra, es que es la única que te asegura que podrás estar en los zapatos del que algún día fue tu enemigo, por lo que tus victorias son efímeras, se desvanecerán con el tiempo, serán remplazadas, son guerras sin legado, porque son guerras que nunca terminan y las victorias cambian de dueño tan rápido como cambian las tendencias hoy en día.
Pero mientras me dure, y espero que sea unos añitos más, quiero darles algunos tips sobre cómo abordar el cambio en empresas tradicionales, como ganar esta guerra, ojalá desde las mesas de negociación, pero también como y cuando sacar las armas asegurando una victoria de la innovación, sobre la resistencia al cambio:


1.       Identifica tus enemigos: Es importante que seas consciente que lo que llegaras a hacer a la empresa no le gustara a todos, y muchos de ellos no te lo dirán. Observa muy bien a las personas con quienes conversas, lanza pequeñas trampas, observa actitudes de resistencia al cambio, pero, sobre todo, dales tiempo. Quienes inicialmente quieren parecer que están totalmente de acuerdo con la necesidad de los cambios, rápidamente se sienten amenazados e iniciaran el ataque. No los juzgues, recuerda que algún día serás uno de ellos, en vez de eso, aprovéchalos, son personas con muchísimo conocimiento, mucha experiencia que desde tu bando puedes necesitar, hazles sentir importantes, pero limítales su campo de acción, para que su resistencia no contamine el proceso de cambio. Algunos literalmente cambiaran, otros sencillamente, terminaran sucumbiendo, y caerán.

2.       Identifica a tus aliados: Encontraras también personas en los equipos, que tal vez no hablen, que sean tal vez los más olvidados, seguramente no tengan altos puestos, personas que cuando hablas no se atreven a apoyar tus ideas pero que puedes leer una leve sonrisa en sus labios, una pequeña aprobación con el rostro, identifícalos, porque ellos no te apoyaran en público, en una empresa tradicional, no, pero en privado, te darán todos los tips para que tus ideas progresen en la compañía, eres lo que estaban esperando, dales la oportunidad de acercarse a ti, y hazlos parte del cambio aunque prefieran mantenerse anónimos.


3.       Se consciente que el cambio tocara grandes intereses y protégete: Tus propuestas llegarán a tocar muchos cimientos dentro de la compañía, esos que sientan ese temor y son internos serán los que describí en el punto 1, pero debes considerar los externos, aquellos que tienen intereses más grandes, hasta económicos. Proveedores, contratistas, que se encargaran de entorpecer tu camino, al menos si no están preparados para la renovación, ellos usan tácticas de guerra de guerrillas, buscaran como atacarte y detener el cambio, si este los amenaza. Prepárate siempre para incluirlos en el cambio, para darles la oportunidad de dar lo mejor de sí, para continuar contigo el proceso de innovación, pero se consciente que si no están dispuestos a cambiar y adaptarse, deben hacerse a un lado y presentar su rendimiento en la batalla.

4.       Siempre cumple lo que prometes: Debes siempre estar seguro de lo que prometes alcanzar con cada idea, con cada innovación que llevas a la compañía, debes demostrar valor rápido de lo que has propuesto, y debes convertir tantos detractores como puedas en aliados, porque las ideas en grupo, por malas que sean, son más fáciles de sustentar y vender que excelentes ideas que se perciben como individualistas y con capacidad de generar discordia corporativa, recuerda que los altos ejecutivos corporativos desean disminuir estas disputas al máximo.


5.       Pero, sobre todo, siempre ten a los mejores de tu lado de la trinchera: Siempre debes saber que solo no lograras nada, pero con el equipo equivocado acompañándote lograras una derrota más sentida de la que tal vez ya no puedas levantarte. Elige siempre a tus mejores compañeros, con quienes te sientas tranquilo en la trinchera, siempre siente que no podrías tener a nadie mejor a tu lado, y si, no es así, debes hacer cambios.


Finalmente, recuerda que, es más fácil reclutar soldados, cuando les explicas desde el principio el motivo de la guerra, lo que persigues y como ellos son parte fundamental del ejercito del cambio, es más, déjalos ser quienes diseñen las estrategias de algunas de las batallas. Entre más tarde los reclutes, mas difícil será que elijan tu lado de la batalla.

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