En una entrada pasada toque
puntos sobre los proyectos de tecnología, algunas claves para alcanzar el éxito
de las implementaciones desde mi experiencia personal. Pero eso no asegura que
todos los proyectos que se ejecutan serán exitosos, es más, yo en mi vida
profesional he participado y liderado proyectos que no han terminado como se
esperaba, o en algunos casos no han terminado, y el que diga lo contrario dudo
mucho que trabaje en tecnología, o si trabaja en tecnología, se ha mantenido
dentro de su zona de confort implementando pequeños proyectos que no han
logrado la transformación que proyectos en nuestro rubro deberían de alcanzar
para llamarse exitosos.
Y es que el fracaso es muy
difícil de manejar, y sobre todo para nosotros los ingenieros que nos creemos súper
poderosos, invencibles, los más poderosos que solo tenemos a Dios sobre
nosotros. Bueno pues déjenme contarles un poco sobre fracasos, porque en la
vida de los proyectos como en la vida cotidiana todos fracasamos en distintas
iniciativas, y esto puede convertirse en la cruz que acabe nuestra vida o en el
fuego que la alimente. Personalmente me he enfrentado a varios fracasos en
todas las ramas de mi vida, en mi vida como pareja, en algunas situaciones de
mi bienestar y salud, así como en mi vida profesional, por lo que sé que los
sentimientos y esquemas que cada uno de nosotros aplica para enfrentar estos
desafortunados o afortunados momentos son en su raíz iguales.
Para explicar de una forma
adecuada mi punto en esta entrada, les comentare algo que para la mayoría de
personas que me conocen y seguro son quienes me leen (Gracias por eso), desde
hace algunos años sufro de una condición conocida como alopecia areata. Esta
condición básicamente hace que perdamos el cabello en algunos casos de todo
nuestro cuerpo (Mi caso). Aunque leerlo suena como algo tan poco importante,
enfrentar esta situación para una mujer es un verdadero fracaso, fracaso contra
el estándar de belleza que debemos cumplir, no se imaginan cuantos artículos
publican en Facebook mencionando lo importante que es el cabello para conseguir
pareja, porque a los hombres les encanta el cabello de las mujeres, porque el cabello
es lo que nos define en nuestro género, y hasta personas, muchas conocidas mías
que reniegan por su cabello, si tan solo supieran lo que es simplemente NO
tenerlo. Bueno enfrentar esto en mi vida personal no fue sencillo, y es el
mismo proceso que se vive durante los proyectos, durante todas sus fases, que
mejor que usar esta analogía para describir el paso a paso y, sobre todo,
aprovechar para darte algunos consejos para salir vivo de esa experiencia, que
nuevamente, pueden ayudarte tanto en tu vida profesional como personal:
1. Los síntomas escondidos: Lo primero que
siempre notaras en un proyecto que está perdiendo su rumbo es un síntoma,
pequeño, a veces aislado y que lastimosamente debido a las múltiples
actividades en las que estamos inmersos, el ruido y nuestra falta de atención a
los detalles, pasamos por alto. Mi primer síntoma de alopecia no lo identifique
yo, fue en realidad la persona que una vez a la semana arreglaba mi cabello.
Una pequeña circunferencia en el lado izquierdo de la cabeza, justo sobre la
oreja estaba sin cabello, plana, era del tamaño de una moneda de 25 centavos de
dólar.
En los
proyectos, muchas veces suceden pequeñas cosas, una estimación de tiempo o
costo que no se cumple, la renuncia de alguna persona del equipo, chismes de
pasillo sobre el proyecto o los entregables, son pequeñas cosas que el líder de
proyectos simplemente desconoce y regularmente no nota, es más, la mayoría de
veces son las personas fuera del proyecto las primeras que honestamente notan
que algo no está bien.
2. Síndrome de súper héroe: La segunda
fase y que considero tal vez la más difícil, es aceptar que algo está mal
cuando las señales se hacen más evidentes y no puedes seguir negándolas o
simplemente dejándolas pasar de alto. Después de mi descubrimiento de ese
primer círculo en mi cabeza, empecé a notar los cabellos en las mañanas sobre
mi almohada, eran cada vez más, y no podía seguir negando que algo estaba
pasando y no podía detenerlo. Sin embargo, seguía pensando que era algo
temporal, un cambio hormonal que se yo, por lo que me negué a aceptar lo que
era evidente para todos. En los proyectos, siempre encontramos culpables o situaciones
especificas o alguna excusa para explicar estas primeras señales de problemas,
pero si tan solo dejáramos de ser súper héroes y nos dejáramos ir por la verdad
y por la debilidad que todos los seres humanos tenemos, porque quienes ejecutan
proyectos somos seres humanos, no maquinas. Entre más rápido aceptemos el
problema y corrijamos mucho mejor.
3. La derrota: Finalmente llega el momento
de la sinceridad. Aquel momento en que nos miramos en un espejo a nosotros
mismos o a nuestros equipos y evidenciamos que en realidad hay un problema, más
allá de una pequeña casualidad o una temporalidad, es un problema real, algo está
pasando y sabemos poco sobre las causas, solamente sabemos que pone en riesgo
nuestro proyecto. Recuerdo aquel día que amanecí con tan poco cabello que ya no
podía ocultarlo detrás de las pequeñas hebras que se aferraban con sus últimas
fuerzas a mi cuero cabelludo. Ese día fue la primera vez que llore,
desconsolada me mire al espejo horas tratando de entender que sucedía, porque
me estaba pasando esto, busque culpables, busque curas milagrosas en el internet,
me llene de información y al final del día termine más vacía de lo que empecé.
Cuando finalmente tenemos la conciencia de enfrentar un serio problema en nuestros
proyectos, así como en la vida real tenemos dos opciones, quedarnos en ese
primer día, congelados sobre el evidente problema que apremia nuestro proyecto,
buscar soluciones rápidas, contratar recursos para aumentar la capacidad,
buscar curas mágicas, que seguramente solo nos hundirán más en el fracaso, o
pasar un momento de aceptación y rabia, dolor e impotencia, para luego
convertir todo eso en motivación que nos permita buscar realmente la causa raíz
del problema y solucionarlo, no será perfecto, pero al final será lo que
esperabas.
4. Afrontar:
La decisión de dejarse morir, de renunciar a todas las cosas que aún se pueden
hacer por el problema que se afronta, es este tal vez el momento más
importante. Se decide si lo que sucede hará que seas aún más fuerte, o por el
contrario será el fin de todo lo que se ha avanzado hasta el momento. Aquel día
recuerdo estar sentada en el espejo mirando mi cabeza, tratando de tapar los
espacios sin pelo, pasaba horas tratando de ocultar lo que era evidente, era
imposible mantenerlo escondido, y además era frustrante. Era momento de tomar una decisión radical, de
re inventarse desde lo sucedido, desde el aprendizaje. Ese fue el día de
quitarme todo el cabello, comprar una peluca y seguir para adelante. Cuando los problemas de un proyecto ya no
pueden cubrirse, cuando no hay recursos, horas extra o inversiones que puedan
ocultar la realidad del resultado esperado del proyecto, es momento de
afrontar, de con sinceridad aceptar lo que está sucediendo y enfrentar el
problema desde una perspectiva diferente. Al final esto permitirá identificar
otras fortalezas del proyecto que tal vez no estaban claras al principio, y
pueden darle un nuevo rumbo que termine dándole más exitoso que cuando seguía su
trayecto normal. La oportunidad de replantearse el proyecto o tu vida misma,
solo se da una vez, y de cómo decidas afrontarlo se determinará el camino hacia
adelante del proyecto.
5. Aprendizaje y renovación: Olvidé
mencionar que siempre tuve un cabello rebelde, crespo (colocho), era difícil de
peinar, y en realidad era feo, muy feo. Si es cierto que, en este momento de mi
vida, ese pelo feo sería una bendición para mí, pero también es cierto que la alopecia
me ha permitido cambiarme el look, tener cabellos lindos, cortos, largos, rojos
y pintados. Así son los proyectos, de la adversidad, y después de pasar todos
los pasos anteriores, finalmente logras ver un resultado mejor que el que se planteó
inicialmente, terminas construyendo algo mucho más grande, más acertado, con un
mayor impacto para la organización.
Todo depende de cómo enfrentas
cada etapa, de cuanto te preparas para el fracaso, la educación nos prepara
para ser exitosos, pero no para cuando no lo seamos, y TODOS fracasaremos tarde
que temprano. El cómo vives cada paso, la velocidad con la que reaccionas, te
adaptas, cambias y construyes sobre las dificultades mejores finales hacen la
diferencia entre un buen administrador de proyectos y uno del montón, entre un
profesional exitoso y uno mediocre, entre una persona exitosa y una persona
negativa enfrascada en sus problemas
Feliz Semana!!!
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